Secado

El proceso de secado (“drying”) consiste en aportar calor para acelerar el proceso de evaporación de los compuestos orgánicos volátiles presentes en un elemento. Por ejemplo los presentes en el agua o disolventes en pinturas, etc.

El secado es un proceso utilizado en la fabricación de muy diversos productos.  Los campos sobre los cuales podemos aplicar la inducción son aquellos que requieren un calentamiento directo o indirecto a través de un elemento metálico. Ejemplos:

• Directo: Disco de freno automóvil
• Indirecto: Secado de papel aportando energía a los rodillos de catenaria

Existen distintos métodos para realizar el proceso de secado como microondas, infrarrojos o resistencias. Sin embargo la inducción presenta diversas ventajas frente a estos métodos.

Ventajas del calentamiento por inducción:

• Ahorro de energía
• Reducción del tiempo del proceso
• Control de temperatura
• Calor localizado
• Posibilidad de integración en líneas de producción
• Ausencia de contacto
• Mejora del ambiente de trabajo

Industrias relacionadas que utilizan este proceso son automoción, ferrocarril, electrodomésticos, conducciones petrolíferas y fabricación de papel.