

Recocido y normalizado
Recocido y normalizado
Recocido
El recocido es el tratamiento térmico que, en general, tiene como finalidad principal ablandar el acero, regenerar la estructura de aceros sobrecalentados o simplemente eliminar las tensiones internas que siguen a un trabajo en frío.
Consiste básicamente en un calentamiento hasta la temperatura de austenización (entre 800ºC y 950ºC dependiendo del tipo de acero) seguido de un enfriamiento lento.
Normalizado
La normalización es un proceso de recocido con el objetivo de dejar el material en estado normal, es decir, con ausencia de tensiones internas y con distribución uniforme del carbono. Para ello, se mantienen las temperaturas altas hasta la total transformación en austenita con enfriamiento al aire.
Se suele emplear como tratamiento posterior a la forja, y previa al temple y revenido.
La inducción se utiliza en una gran mayoría de aplicaciones de recocido y normalizado en comparación con los hornos convencionales.
Ventajas del calentamiento por inducción:
- Procesado en línea con control de parámetros en tiempo real
- Ciclo de calor preciso y repetitivo
- Capacidad de calentar áreas pequeñas sin variar las características del resto de la pieza.
- Resultados metalúrgicos similares a los obtenidos en hornos convencionales
- Reducción de oxidación de la superficie
- Mayor eficiencia energética
- Menor espacio ocupado
- Menor contaminación del medio
- Mayor calidad del puesto de trabajo
Algunas industrias relacionadas son: tubo, medicina, petróleo y gas y automoción.